Encanto y vistas inmejorables

La casa es muy bonita y se siente muy acogedora. Me encantó el estilo andaluz, es como un viaje en el tiempo. Encontré un par de rincones ideales para relajarse, y las terrazas tienen vistas espectaculares de Sanlúcar. Ah, además, el desayuno tiene opciones especiales que están bastante bien. Aunque el estacionamiento puede ser un lío si tienes un coche grande.

Disfrutamos de una estancia muy tranquila en un lugar encantador. La casa cuenta con varias terrazas que ofrecen vistas espectaculares, ideales para relajarse y compartir momentos agradables. Además, el desayuno en el patio interior fue un auténtico placer, rodeados de plantas y con mucha luz natural. La decoración de cada rincón es cuidadosamente detallada, haciendo que cada espacio sea acogedor y especial.

El aparcamiento puede resultar problemático si tienes un coche grande.

La casa es preciosa, con detallada decoración y terrazas con vistas increíbles. Sin embargo, el aparcamiento puede ser complicado para coches grandes.

Una experiencia amarga en un lugar hermoso

La Casa 1832 tiene un encanto colonial único que te transporta a otra época. Las habitaciones son espaciosas, y la terraza ofrece unas vistas encantadoras que hacen que la estancia sea más especial.

Desafortunadamente, la atención al cliente fue decepcionante. Desde el inicio, el personal mostró falta de comprensión al enfrentarse a una situación inesperada que arruinó nuestra experiencia en el hotel.

decoración exquisita, terrazas con vistas, mobiliario espectacular

La presión del agua del baño podría mejorarse. Un refrigerador en la habitación sería ideal, ¡especialmente en estos calores!!! Un poco más de variedad en el desayuno tampoco vendría mal, para hacerlo más atractivo.

El estilo andaluz de la casa es encantador, y las terrazas ofrecen vistas espectaculares. Asegúrate de preguntar por las opciones del desayuno, son especiales.

La decoración es realmente exquisita y acogedora.

A pesar de la belleza de La Casa 1832, la experiencia no fue completamente satisfactoria. Me encontré con un baño privado separado de la habitación, lo que fue bastante incómodo, especialmente durante la noche. Además, la atención del personal fue un poco fría, lo que afectó la sensación de calidez y bienvenida que esperábamos en un lugar tan encantador.

Todo bien, pero el ruido no dejaba descansar.

Me alojé en una habitación doble. La decoración es elegante y acogedora. La piscina es perfecta para relajarse. El personal es muy amable y servicial. Definitivamente volvería a este lugar.

Me alojé en La Casa 1832 Boutique Bed and Breakfast y la decoración me encantó. El estilo colonial andaluz le da un aire especial al lugar. La habitación, aunque amplia, tenía un baño apartado que fue un inconveniente. Cada vez que necesitaba usar el baño, tenía que salir de la habitación y recorrer un pasillo. Es incómodo, especialmente de noche. Además, la atención fue algo fría. No me sentí muy bienvenido, y eso afectó mi experiencia. La terraza es preciosa y las vistas son realmente agradables, pero algunos detalles en el servicio podrían mejorar. La casa es maravillosa, tiene un gran potencial, pero la gestión debería ser más atenta y amable para garantizar una estancia más placentera.

El lugar es precioso. las terrazas ofrecen vistas increíbles y el desayuno fue delicioso. El personal fue súper amable y atento, todo estaba impecable.

Nada de nada.

La Casa 1832 Boutique Bed and Breakfast es un sitio encantador. La decoración es exquisita y la casa tiene un aire colonial que me transportó a otra época. Las terrazas ofrecen unas vistas espectaculares y el personal es muy amable. El parking es un plus aunque puede ser complicado para coches grandes.

aunque el estacionamiento puede ser complicado para coches grandes.

La estancia fue agradable gracias a la decoración acogedora y las terrazas con vistas espectaculares. Sin embargo, el baño separado de la habitación fue incómodo, especialmente de noche, y la atención del personal podría mejorar para brindar una experiencia más cálida.

La Casa 1832 en Sanlúcar es una joya. Disfruté de la tranquilidad, las terrazas son perfectas para apreciar unas vistas increíbles de los atardeceres. El desayuno en el patio interior fue un momento especial, lleno de luz y naturaleza. Sin embargo, el baño exterior fue un pequeño inconveniente.